Héctor Rial

La música fue y será para mi una pasión incontenible, un sentimiento que brota mágicamente desde lo más profundo del alma y se manifiesta de forma pura y sencilla; un regalo de Dios.

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Crear en general, y componer muy especialmente, implica lograr, de algún modo, la permanencia en el tiempo, tener la oportunidad de conseguir que las notas y letras que algún día imaginaste resuenen de manera atemporal, más allá de la mera existencia terrenal. 

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Que la música nazca en mi interior y que tenga la capacidad de parirla, no dejará nunca de maravillarme y hacerme inmensamente feliz.

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Te comparto mi música para que la hagas tuya y, te comparto la ilusión de descubrir que de alguna manera se difunde, para viajar con ella donde quiera que suene, porque en cada nota se esconde parte de mi.

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UNA ESPECIE DE DIOS: Esta novela nació por casualidad, casi sin pensarlo, aprovechando la pausa a la que nos obligó la pandemia. El tiempo libre casi siempre es bueno, aunque no siempre lo aprovechamos como deberíamos. Esto último me suele pasar casi siempre, pero por alguna razón que no puedo explicar, no todo quedó reducido a la televisión y al tango; algo me quemaba por dentro y decidí apagar el incendio.

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No soy un escritor, ese título todavía no me lo he ganado. Soy un tipo común y corriente que se sentó a escribir y fue capaz de sumergirse en los entresijos de una historia, dándole forma, pariendo personajes y escenas.

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La vida te sorprende. A veces para bien y a veces para mal. Al menos con el logro de ver mi humilde obra completa y plasmada en papel... ¡uno a cero al destino! 

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